Introducción al Subjetivismo Ético y al Relativismo Cultural
Mientras paseaba a mi perro Rocky por las calles serpenteantes de Granada, me encontré con una pregunta intrigante. ¿Existen verdades absolutas, o todo depende de la perspectiva de cada uno? Esta pregunta me llevó a adentrarme en el fascinante mundo filosófico del subjetivismo ético y el relativismo cultural.
Desmenuzándolo a su esencia, el subjetivismo ético sostiene que nuestras creencias y valores morales no son más que expresiones subjetivas de nuestras propias emociones y deseos. Te lo explico de otra manera, es como si estuvieras mirando a través de unas lentes de sol. El mundo no se tiñe de un tono oscuro porque sí, sino porque tus lentes (en este caso, tus propias emociones y deseos) están teñidos de ese color.
Por otro lado, el relativismo cultural propone que los valores y normas morales son definidos por cada sociedad y deben ser evaluados de acuerdo a sus propios estándares, no a los de otra. ¿Recuerdas aquella vez que intentaste hacer paella para tus amigos de Malasia y se horrorizaron cuando les dijiste que llevaba conejo? Bueno, eso es una ilustración a pequeña escala del relativismo cultural.
Subjetivismo Ético: Presupuestos y Características
Entonces, si nos adentramos más en el subjetivismo ético, nos encontramos con que se basa en tres proposiciones fundamentales. La primera es que las declaraciones éticas son meramente afirmaciones sobre los sentimientos y actitudes del hablante. Cuando dices que robar está mal, en realidad estás diciendo "No me gusta robar" o "Me disgusta la idea de robar".
La segunda propuesta es que no hay hechos morales objetivos. O sea, la moralidad no es algo que pueda ser probado o confirmado empíricamente. No puedes llevar tu barra de justicia al laboratorio y hacer una prueba para comprobar si robar está objectively mal.
Por último, el subjetivismo ético sostiene que las disputas morales son fundamentalmente desacuerdos de actitud, más que de hecho. Por ejemplo, si estás discutiendo con alguien sobre si es aceptable comer carne, no estás discutiendo sobre hechos objetivos, sino confrontando tus deseos y aversiones personales.
Profundizando en el Relativismo Cultural
¿Y el relativismo cultural? Es una postura que fue popularizada por la antropología cultural a mediados del siglo XX. Los antropólogos iniciaron con la premisa de que, para entender a una sociedad y sus costumbres, necesitamos suspender nuestros propios juicios y prejuicios culturales. Llevaron esto al extremo, declarando que todas las culturas y sus costumbres tenían la misma validez moral, y decían: "Vista culturalmente, no hay barbaridades".
Este acercamiento tiene mucho sentido, especialmente si tratas de evitar imponer tu propio marco cultural sobre otro. Imagina si un alienígena te dijera que lo normal es comer cerebro para desayunar y que eres un completo salvaje por tomar café. Te parecería bastante ofensivo, ¿verdad? Bueno, es lo mismo si juzgamos a una sociedad por disfrutar de las corridas de toros, por ejemplo, desde nuestra propia perspectiva cultural.
Puntos de Debate: Subjetivismo Ético vs. Relativismo Cultural
Entonces, ¿qué sucede cuando el subjetivismo ético y el relativismo cultural chocan? ¡Bueno, obtienes un debate muy animado!
Piensa en un escenario en el que te encuentres en una cultura donde ciertos actos que tú consideras inmorales son aceptados sin problemas y, de repente, te encuentras en una posición donde debes decidir entre tu perspectiva subjetiva y el respeto al relativismo cultural. ¿Qué eliges? ¿Tu ética subjetiva o la perspectiva cultural relativista? Ahí es donde empieza el debate.
Personalmente, creo que tanto el subjetivismo ético como el relativismo cultural tienen algo que aportar, pero ninguno es una solución completa a todas nuestras preguntas éticas. Y eso, amigo mío, es el hueso del asunto. Nos gustaría que la vida nos entregara los problemas en un plato y que todos tuvieran soluciones claras y fáciles. Pero esto es la realidad, llena de grises, llena de matices, y a veces solo necesitamos hacer el mejor juicio que podamos con la información que tenemos. Al final, tal vez esas verdades absolutas que buscamos son simplemente un poco más elusivas de lo que nos gustaría.
Sobre el autor
Ciro Montenegro
Soy Ciro Montenegro, experto en temas poco convencionales y apasionado escritor sobre cultura. Me encanta investigar y compartir mi conocimiento acerca de la diversidad cultural en distintas regiones del mundo. Me dedico a escribir artículos y ensayos que promuevan la comprensión y el aprecio por las diferentes expresiones culturales. A lo largo de mi carrera, he colaborado con diversas revistas y plataformas digitales, siempre buscando enriquecer el debate cultural. Además, soy un ávido lector, lo que me permite nutrir mi perspectiva y mantenerme actualizado en temas de actualidad.
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